Celos, engaño y violencia: una niña apuñaló a su amiga en un baño del colegio

La Defensoría y la Fiscalía recibieron tres declaraciones de la adolescente de 15 años. En la tercera decidió decir la verdad sobre el ataque a su compañera de colegio. Admitió que planificó y ejecutó el hecho.

Celos, engaño y violencia: una niña apuñaló a su amiga en un baño del colegio

Hacía meses que la adolescente de 15 años empezó a sentir rivalidad y envidia por su compañera de colegio, una niña de 13 años, en Satélite Norte, porque era sobresaliente y tenía muchas amigas que la seguían. En las últimas semanas, la bronca acumulada creció hasta que planificó el ataque con la idea de darle un escarmiento.



El jueves, entre las 10:30 y 11:00, la llamó y le dijo que quería darle un regalo y que la esperara en el baño. Allí la encontró. Llevaba un cuchillo que había cargado desde el día anterior y la atacó por sorpresa, provocándole más de 20 heridas en distintas partes del cuerpo. Luego se retiró del lugar en silencio, como si nada hubiese pasado.



Una compañera acudió al baño de casualidad, la encontró herida y dio aviso inmediato al regente y a otras autoridades de la dirección de la unidad educativa, que actuaron con rapidez para trasladar a la niña a un centro médico.



«Quiero darte un regalito»


Tras rescatarla, la víctima fue trasladada al hospital Japonés y se activó una movilización institucional encabezada por el fiscal Luis Alba, la Defensoría de la Niñez de Warnes, dirigida por Raúl Torrico, y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).



Pasadas las 11:00 del jueves 31 de julio, la Felcc y la Fiscalía identificaron a la posible responsable: una estudiante de 15 años. En presencia de la Defensoría y su equipo de psicólogos, se le tomó declaración. En su primera versión ofreció argumentos incoherentes. Ante las inconsistencias, las autoridades repitieron la toma de testimonio, pero el resultado fue similar, sin apego a la verdad.



Fue alrededor de las 20:00 del mismo jueves cuando, en una tercera declaración, la adolescente confesó. Admitió haberlo planeado todo, por envidia y una bronca contenida hacia la niña de 13 años. La engañó diciéndole que le entregaría un regalo en el baño del colegio. Cuando la encontró, sacó el cuchillo oculto y le asestó múltiples puñaladas hasta dejarla inconsciente.



Tentativa de asesinato


El fiscal Luis Alba y los investigadores reunieron las pruebas: declaraciones, pericias médicas y el informe psicológico de la agresora. La adolescente fue imputada por tentativa de asesinato y presentada ante la justicia.



Un juez de la Niñez y Adolescencia ordenó su detención preventiva por 45 días en el Centro Nueva Vida Santa Cruz (Cenvicruz). Mientras tanto, la víctima fue sometida a varias intervenciones médicas. El diagnóstico indica más de 20 lesiones por arma blanca en todo el cuerpo. Las más graves afectaron el cuello, un riñón, parte del hígado y otros órganos. Está en terapia intensiva, estable, pero en estado crítico.


El colegio está precintado.



La unidad educativa de Satélite Norte quedó precintada. Hasta nuevo aviso, no abrirá sus puertas mientras duren las investigaciones. Las clases serán virtuales, según determinó la Dirección Distrital de Educación.



El responsable de la Defensoría de la Niñez de Warnes, Raúl Torrico, calificó el hecho como extremadamente grave. Afirmó que es la primera vez que se registra un ataque con tanta saña dentro de un centro educativo. La niña, dijo, salvó la vida de milagro, y su recuperación será lenta.



Torrico anunció que, junto a la Dirección de Educación Urbana, la Defensoría, la Felcc y la Fiscalía, desde la próxima semana se iniciarán talleres dirigidos a padres de familia. Señaló que el control de los hijos en el hogar es débil y las consecuencias son lamentables.



La Defensoría sigue de cerca la recuperación de la víctima, cuyo testimonio será clave. Tras superar su estado crítico, recibirá atención psicológica especializada. La agresora también será asistida con terapias restaurativas en Cenvicruz.



El equipo multidisciplinario de la Defensoría considera que este es el primer caso con características de violencia extrema cometido por una estudiante dentro de un colegio. “Esta adolescente, sin duda alguna, necesita ayuda”, sostuvo Raúl Torrico.



Los padres de la víctima peregrinan desde el jueves por los pasillos del hospital Japonés. Viven una incertidumbre angustiante. Carecen de recursos económicos y apelan a la solidaridad para cubrir los gastos médicos. Hasta ahora, no han tenido contacto con la familia de la agresora. “Solo esperamos que Dios tenga misericordia y que nuestra hija se recupere y vuelva a la normalidad”, dijo su madre.



El caso ha conmocionado no solo por su crudeza, sino porque revela una realidad silenciosa: los conflictos no gestionados entre adolescentes pueden escalar a niveles impensables si no se detectan a tiempo. En años recientes, ya se registraron episodios de violencia escolar con agresiones físicas graves, pero este es uno de los más extremos conocidos en un espacio educativo. Las autoridades insisten en que estos hechos deben llevar a un cambio estructural en el entorno educativo, familiar y comunitario.



Los adolescentes requieren escucha, contención emocional y orientación constante. Es necesario fortalecer programas de salud mental, prevenir el acoso escolar y capacitar a padres y maestros. El silencio, la soledad o la ira mal canalizada pueden convertirse en detonantes de tragedias evitables.



Fuente: El Deber





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